Mis novelas

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jueves, 16 de marzo de 2017

Espejo Espejito


Hola, ya estoy de vuelta.

Hoy estoy aquí para traer una palabras que me salieron del alma. Probablemente no gusten a todo el mundo y piensen que es muy reivindicativo pero fue un encargo y me salió así.

Antes de dejar el escrito, os voy a contar un poco a que se deben esas palabras. Me apunté a un taller de teatro que organiza el ayuntamiento de mi pueblo y para la semana de la mujer, hacemos una obra teatral.

El profesor al enterarse que tenía dos novelas publicadas me pidió que escribiera un texto que se leería al final. Y esto es lo que salió.

 La sociedad ha creado un modelo erróneo de la mujer ideal, no hay más que fijarse en los certámenes de belleza.
En uno de los más conocidos, las participantes son chicas con edades comprendidas entre los dieciocho y los veintisiete años, medidas noventa-sesenta-noventa y una altura mínima de metro setenta.
¿Qué pasa con las demás mujeres? ¿Acaso no somos bellas? Al parecer tener excesivas curvas, arrugas de expresión, estrías por embarazos o cambios bruscos del cuerpo, más de veintisiete años y ser de baja estatura, nos hacen mujeres no aptas para ser las más bellas del reino.
Si tienes algún kilo de más te llaman gorda o foca monje, si estás muy delgada anoréxica o palo de escoba. Si estás arrugada te llaman vieja o uva pasa. Si eres bajita te llaman enana, si eres demasiado alta te llaman jirafa. Y así con cada perfecta imperfección.
No salimos de una fábrica. No nos han metido en un molde y han sacado varias series de mujeres: rubias, morenas, castañas y pelirrojas.
No somos muñecas. Somos personas de carne y hueso, no figuras de plástico sin sentimientos. Para eso ya están Barbie, Nancy, Bratz o las Monster High.
La cuestión es ¿por qué se le da tanta importancia a la imagen de la mujer y sin embargo no a la imagen del hombre? Ellos también envejecen y sus cuerpos sufren cambios. Pero sin embargo solamente se mira con lupa a la mujer.
Tanto es así que cada vez son más las mujeres que se obsesionan con el físico y el erróneo ideal de belleza. Beneficiando en exclusiva a las empresas cuya finalidad está relacionada con la belleza, como por ejemplo: clínicas de cirugía estética
Algunas mujeres se obsesionan tanto que terminan destrozando su cuerpo y su belleza natural, por hacer caso a aquellos que dicen que las mujeres deben ser de una manera determinada.
Cada una es como es. Alta o baja, delgada o con algún kilo de más, joven o con años de experiencia, rubia, morena o con el pelo azul.
Hay que desechar los complejos, nadie puede decirnos como tenemos que ser. Si todas fuéramos iguales, seríamos muy aburridas.
Tenemos que querernos tal y como somos, porque cuando preguntamos “Espejo espejito ¿quién es la más bella?” Este nos contesta “Tú eres la más bella”.

La imagen es el cartel que el departamento de comunicación del ayuntamiento hizo para darle publicidad.

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